miércoles, 15 de julio de 2009

Una iniciativa innovadora : el banco del tiempo


Últimamente no paramos de oír por todas partes la palabra crisis: En la televisión, en la radio, en los periódicos....

Cada vez tenemos que apretarnos un poco más el cinturón para llegar a final de mes, y estamos tan ocupados en nuestras propias necesidades que ni siquiera reparamos en las del vecino. Ya no tenemos tiempo de preocuparnos de algo tan simple como conversar con la dependienta de la panadería o relacionarnos con las personas que vemos a diario por nuestra calle o en nuestro bloque. Pero, a parte de mirarnos nuestro propio ombligo y lamentarnos por la cantidad de cosas que necesitamos pero que no podemos hacer por falta de recursos económicos, de tiempo o, simplemente, porque no sabemos, ¿hacemos algo más?. Pues en Badia sí. Desde hace unos meses, un colectivo de personas que participa a título individual ha creado el BANCO DEL TIEMPO.

Este Banco es totalmente ajeno a cualquier tipo de asociación, entidad o grupo político, independientemente de que cada uno de sus miembros pertenezcan a su vez a la entidad que quieran, o no participen en nada más. Hay que recalcar que este banco se ha formado sin ánimo de lucro, pues no hay que pagar cuotas ni hacer el más mínimo desembolso económico para pertenecer a él. Tampoco hay jerarquías; nadie manda, nadie obedece, todos los que forman parte tienen la misma consideración y todas las opiniones cuentan por igual. También es importante remarcar la colaboración desinteresada de AEB y del placomunitari Favbic, pues gracias a ellos, el banco ha podido formarse y difundirse ya que han prestado su apoyo, tanto a nivel económico como a nivel organizativo y de difusión.

Pero, ¿sabemos qué es un Banco del tiempo?, pues algo tan simple y sencillo como un sistema de intercambio de servicios por servicios o favores por favores, donde la moneda de cambio no es el dinero habitual sino el tiempo.
El Banco del tiempo de Badia se ha creado para, además de ayudarnos un poquito a sobrellevar estos tiempos de crisis, pues no siempre podemos pagar a un fontanero para que nos arregle la tubería atascada o a un cerrajero para que nos repare una cerradura rota, fomentar algunos valores que cada vez están más en desuso, como por ejemplo las relaciones sociales. Con el Banco del tiempo aprendemos también a valorarnos y a valorar a los demás un poquito más , pues hay infinidad de cosas que sabemos hacer pero a las que no damos mayor importancia ya que las consideramos algo tan habitual y normal en nuestras rutinas diarias que ni siquiera las vemos como posibles necesidades para otras personas.

Hoy en día, debido al envejecimiento de la población y a las miles de tareas que deben desarrollar los jóvenes para tirar adelante una casa, nos encontramos con que cada vez hay más personas mayores que se encuentran solas, solas porque sus hijos están demasiado ocupados para acompañarlas al médico, para llevarlas a pasear o para pasar unas horas de ocio con ellas. Una cosa que nos puede parecer, a primera vista, tan tonta como nuestra compañía, quizás hay personas que la valorarían más que que les tocase el gordo de la lotería de Navidad. O coger el bajo de un pantalón; no todos sabemos hacerlo. O un ratito de charla amena en esos momentos en los que nos encontramos bajos de ánimo y necesitamos simplemente, olvidarnos de las preocupaciones comentando una película.

Pero ofrecer nuestro tiempo, compañía o habilidades es fácil. Todos estamos orgullosos de nuestras cualidades y nos gusta que nos las reconozcan, pero ¿y pedir?; eso no resulta tan sencillo. Muchas veces creemos que si pedimos favores estamos admitiendo que algo no podemos o no sabemos hacerlo por nosotros mismos, y en esta sociedad competitiva en la que vivimos parece que si no sabemos hacer algo, somos menos válidos. Pero no tenemos porqué saber de todo, ni poder con todo. Somos seres humanos, con nuestras limitaciones, y lo que para unos puede resultar sencillo, para otros puede no serlo tanto. Entonces, ¿qué hay de malo o vergonzoso en pedir ayuda cuando la necesitamos? Debemos aprender a pedir, a admitir que no somos omnipotentes y que muchas veces necesitamos de los demás.

En el Banco de tiempo de Badia, todo el mundo tiene cabida, no importa la edad, no importa la raza ni tampoco importa el estrato social ni la ideología política. Todos tienen algo que ofrecer y seguro que todos tienen algo que pedir.

E-Mail: bancotiempobadia@gmail.com

También podéis contactar con el banco de tiempo pasando por El Casal de l'Esquerra, en la plaza la Sardana (Av. Burgos nº18 Badia del Vallés) los Jueves por la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario